No use cargadores públicos para su celular, advierte el FBI.

Esa USB disponible en el transporte público o en el vestíbulo de aeropuertos, cafeterías o hoteles puede parecer una buena solución para recargar rápidamente el celular, pero también puede representar un gran riesgo. Es por eso que el FBI ha pedido explícitamente a las personas que dejen de usar esas entradas disponibles para todos, prefiriendo enchufes convencionales y los cargadores que vienen con los smartphones.

El peligro detrás de esta práctica se llama "juice jacking" o "robo de carga". Al conectarse a una USB, el dispositivo recibe energía, sí, pero también puede ser blanco de virus y códigos maliciosos que roban datos o implantan mecanismos de espionaje o robo de información personal y bancaria. Parece un riesgo sacado de una película, pero se ha convertido en una advertencia del gobierno.

Aún no hay datos públicos que confirmen la dimensión de este crimen, pero no es la primera vez que las autoridades emiten una alerta sobre este tema. En 2019, por ejemplo, la policía de Los Ángeles advirtió sobre los riesgos después de encontrar una estación de carga infectada con malware en un festival de música; en 2018, una persona fue arrestada en los EE. UU. por comprometer terminales de este tipo en un parque de diversiones, con el objetivo de obtener datos de tarjetas de crédito.

Lo ideal es siempre llevar cables y cargadores en la mochila, o preferir otros medios como power banks o modos de ahorro de energía disponibles en los propios dispositivos. En caso de que sea inevitable utilizar puertos USB públicos, busque dispositivos que anulen las señales de datos, llamados pass-through, que actúan como intermediarios que garantizan el paso solo de la energía, sin otros usos maliciosos.